EL CIRCO INTERACTIVO
“Pan y circo” le
pedía el pueblo romano a sus Emperadores y estos hacían todo lo posible por
complacerlos, aunque el Estado tuviera a sus legionarios, sabían, quizás no por
estudio, probablemente por experiencias pasadas, de lo peligroso que puede ser
una turba descontenta, mucho antes de que los filósofos, entre ellos Ortega y
Gasset —es uno aunque parecieran dos—
definieran al hombre-masa y su gran influencia en la opinión pública, el orden público
y la “res publica” tal cual la definiera Cicerón para diferenciarla de la República
del idealista Platón.
El circo supone
ser un espectáculo itinerante donde se presentan acrobacias, malabarismos,
animales amaestrados, payasos, magos, etc., como actos tradicionales; en la antigua
Roma ya se incluía el humano, llámese esclavo o gladiador, como víctima, quizá
intuyendo un futuro lejano; pero, el circo se ha ido extendiendo tanto en
variedades de actos como geográficamente a tal punto que pareciéramos vivir
inmersos en otra especie del mismo. Igualmente pudiera extrapolarse y suponer
que existe un circo de ángeles y demonios en otras dimensiones donde los actos
pudieran ser la desaparición de una estrella en el firmamento, el globo
infinito que se expande en un tiempo que también se infla, el cómo un ángel
puede derrotar a un demonio con un lápiz, un bolígrafo o un teclado… o
cualquier otro acto inimaginable para nuestra computadora de 3D llamada
cerebro.
Volviendo a
retomar el blog y ejercitar mi particular CPU biológico la presente entrada es
una adaptación de diferentes publicaciones realizadas en mi página de Facebook
y, aunque es una visión de un país-estado neo-totalitario que se tambalea,
pudiera ser, ¿por qué no?: una adecuación al espectáculo que sufre, o quizás
disfruta, cualquier otro país.
Érase una vez un día, cuando la esperanza suplantaba
a la fe, cuando caían las hojas con el gravitar de los años y hojas pardas no
escritas y hojas arrugadas de sucesos irrealizados y hojas marchitas que el
soplo del Norte insufló… más otras verdes que el fuerte viento del Oeste arranca
y que todavía se niegan caer suspendidas a quién sabe qué favorable hilo de
Ariadna invisible… si érase tal día cuando el Circo de Suelei, mejor conocido
como Circo Interactivo, llegó.
Como siempre y como brotado del sombrero de un
descomunal mago el presentador hizo su aparición.
Día inicial… como también pudiera ser vísperas del
final
—!Bienvenido al Circo! El Circo Interactivo donde puedes reír como un hiena: Ha Ha Ha, o llorar con tu careta de payaso con bigotes y todo: snif, snif, snif; donde verás a animales hacer actos insólitos, amaestrados con mentiras y palabras que misteriosamente llegan a la sombra de sus rencores o carencias y otros amaestrados con látigos de frustración y odios… el conejo que mete la cabeza en la boca de un tigre ya no es nada, aquí se está metido completamente en el vientre de una bestia y no se siente el salivazo de la deglución. No recuerdo su nombre... ¿Circo del Sueley? ¿porque la moral y principios están por el suelo?... donde se exhiben acostados cadáveres como signos esotéricos, símbolo de límites imaginarios divisorios, o sea esos llamados: patrióticos; u otros ignotos cadáveres que sólo sirven para aparecer en su cartel publicitario. ¿El circo de los Hermanos Choripanes?... No, aunque pareciera, ya que si no hermanos, sí una cofradía, pero de aves de rapiñas, que antes también estuvieron, quizás mal alimentadas, el guiso era para otros animalotes, y ahora no les falta su chorizo, aunque sea de todos y le dan su migajita al que "esté más cerca". ¡Bienvenido al Circo Interactivo! Agarra uno de los pocos trapecios antes de que se los roben, ya has aprendido a caminar entre criminales así que es más fácil caminar sobre el fuego. Sólo circo porque ya ni el P.A.N. se consigue, aunque la FAN está en la calle simulando el coro de la canción aquella del grupo homónimo a lo que acontece: Desorden Público; la cuerda floja no es nada... si desde hace rato muchos están dando traspiés allí y ni siquiera lo saben, porque la caminan con una venda…
—Una guará. !Qué circo más guay!, mami quiero ir —dice aquel inocente que no está aquí.
—... si hasta le mencionan la madre, o le dan "su tatequieto" al que no te complace. ! Bienvenido a tu Circo!... lo puedes ver por la televisión también con sus diferentes luces de colores, tu eliges con qué color lo ves. !Qué bien! todavía puedes elegir el color de tu bombillo... por supuesto, si no la carpa, por un "fenómeno lumínico sostenedor" —los expertos que nos expliquen—, se vendría abajo…
…!Bienvenido a tu circo! donde también puedes participar de otras maneras más creativas… !Apúrate! antes que el palo mayor no soporte el peso de tantos trapecistas del miedo y del hambre.
El
presentador se apresura a salir porque ya la marcha musical comienza su paso y
parece que a alguien no le gustó la sinceridad de sus palabras.
Otro día, el de la
bomba de humo: el espectáculo aparentemente no puede ser presentado
Llueve, la música circence no se escucha y una
especie de bomba de humo comienza a expandirse
—La gerencia anuncia que por cuestiones de salubridad pública el Circo Interactivo suspende sus sesiones por hoy —el presentador con cara de tragedia fingida se alisa el bigote: es una seña en un lenguaje que ya vamos comprendiendo para que los de “ verde oliva chino” sujeten mejor al tambaleante palo mayor que sostiene la gigantesca carpa—… se rompió un tubo de aguas negras y algunas ratas se están canibalizando... pero entre tantas dentelladas pudieran ser afectados algunos de los espectadores... el acto del mago DURMAMULUS que supera a David Copperfield y su desaparición de la Estatua de La Libertad, donde desvanece ante los ojos de los espectadores maletines de petrodólares y los hace aparecer de nuevo en otros países, no en el mismo sitio tal como David y su juego de luces, queda temporalmente suspendido… Acepten nuestras disculpas así como nosotros su colaboración amorosa… La Regencia... que digo: La Gerencia
Quinto día, o cualquier otro
El acontecer diario ya se convirtió en un consentido espectáculo sadomasoquista… el local es tan amplio, tan vasto como la incertidumbre, que a veces su techo no se divisa, aún para los que todavía no están bajo los efectos de los ilusionistas. Fijándose bien se pueden ver las comisuras del estómago y escuchar su ruido sordo, cualquiera empujado por esas sincronizadas contracciones digestivas pensaría que sus pies son los que marchan. Si miras más arriba —sí, más arriba, quítate el velo—, por encima de los trapecios del miedo y del hambre; pero, antes de la línea del cielo, puedes distinguir una etérea lengua oscura de batracio, incluso podrías discernir hasta los dientes, —mira bien—, allí hay unos cuántos cariados porque incluso no tiene tampoco tiempo de cuidarse él mismo de él mismo, así no gaste cuatro horas diarias en la culebra inmóvil del tráfico capitalino, o en la otra culebra para conseguir un pollo importado, porque las serpientes, además, están dentro de él… se escucha ya la música, es la banda… sí, es una banda marcial con toques quedados —no el toque de queda que impone la delincuencia— que recuerda a “La Feria” de “Los 3 perros nocturnos”… el presentador espera unos segundos, unos minutos, quizás media hora —en fin el tiempo ya no importa, es su día… como cualquier otro— hasta que suena el platillo e inicia la presentación… entonces, ya ni te das cuenta de que estás en un descomunal vientre… Si estás… en el Circo Interactivo.
—¡Buenas noches damas y caballeros, adultos y adultas, niños y niñas!… hoy tenemos una función especial en el fabuloso, en el magnífico, el plus ultra súper mega circo, el más grande del mun…
—Ha haha ha —se escucha una risa animal como de hiena.
—Sí —continúa el presentador con fondo la música mix de Popy, Cepillín y Xuxa: hay para todas las edades— hoy tenemos al ilusionista más grande del mundo… No, no es el mago Henry que te desaparece unas monedas ante tus ojos, ¿quien se extrañaría cuando en el metro te desparecen la billetera completa?… ¡Qué va! Tenemos al ilusionista más grande del mund…
—Hi hiihi, y hahhaha —se suma otra risa animal interrumpiendo al animador.
—Bienvenidos empresarios, empresarias, comerciantes, comerciantas traigan sus productos… ¡qué hombre bala ni qué ocho cuartos!… pongan sus productos, dispárenlos en cualquiera de nuestros cañones —el presentador señala hacia el fondo y se escucha una explosión, una gran caja de cartón vuela por los aires y estalla en lo alto dejando salir varios rollos de sutil papel de diferentes colores, rosados, azules, más rosados, blancos, otro rosados… que se desenrollan en su caída “libre”—. Sí agarren su rollo de papel higiénico disparado a las alturas por nuestro potente cañón “Especulación”. Tenemos además el Triple cañonazo, sí, amigo empresario coloca tu producto… ¡Qué Supermán ni que ocho cuartos!… dispara sus precios bien alto con el triple cañonazo: el discreto cañón de plata “La Devaluación” hace fuego y tu producto se eleva hasta la primera tarima donde cae con precisión en la estrecha boca del cañón de bronce “La inflación”, seguidamente éste hace ignición y tu “bien de consumo” sale disparado hasta la tarima más alta para acertar a una especie de paila de peltre, que no es más que la gran bocaza del aplomado cañón Especulación que lo explosiona hasta las alturas, hasta lo más alto del mund…
—Hehe, hehe, hah hihi, hahahah, jejeje —varias carcajadas animales y humanas se van uniendo como si fuera el espectáculo de las pilas de dominós haciendo travesuras hasta que una risa de perro Pulgoso lo saca de sus casillas.
—¿Qué pasa con las hienas, de qué se ríen si no ha empezado la función?
—No son sólo las hienas, son varios
El presentador abandona el micrófono momentáneamente, la música eleva su volumen por encima de las cabezas, tres rugidos simultáneos se elevan por encima de la música: se disparan los tres cañones y una caja de harina precocida se eleva mucho más alto, se va, se va… por los aires mientras él se dirige a un funcionario vestido de verde oliva.
—¡Güeno, Miliko! ¡¿Qué pasa con los animales?! —dijo antes de salpicar al vigilante de una llovizna de baba.
—Es que tienen aquel extraño virus de la risa: B.U.R. Las1 O 2.
—¿Y eso no estaba erradicao, pue? —dijo antes de escupir a un lado.
—Sí, patrón... pero cuando no estaban los jefes alguien colocó los antibióticos en el Cañón de la Especulación… usted sabe: le pagaron al vigilante…
—¿Y no eras tú el vigilante, pue? —dijo antes de escupir al piso.
—Yo te lo juro que yo no juí —empezó a cantar, pero retomó su posición de firme—…. Yo estaba de permiso… ¿patrón?… todavía no acaba con la presentación y ya dispararon el triple antes de venderse los ´largavistas´ aún.
—Será que alquilemos los telescopios… —esputó antes de continuar con la presentación y la música circense se normalizó al mismo tiempo que Miliko enviaba varios escuadrones de “Motorizados Payasos Llorones” a las gradas para controlar la hilaridad.
—Por fin… damas y caballeros, la anunciación esperada, no se van a comer una hilera de ajos creyendo que son uvas… no señores… es el mejor mago del… del orbe… no, no es Crish Ángel que los hace ver que camina encima de un charco, o volar de un edificio a otro… este súper ilusionista ha mantenido hipnotizados a millones de seres… es el más grande… quien te hace creer que todo es normal… que no hay nada nuevo bajo el sol, a excepción de Internet y Facebook, más, así te mantiene por años… ¡Demos la bienvenida a DURMAMULUS!
Una idea que no es suya cruza la cabeza de Miliko: ”Pa mí, no sé si pa ti, pero como que el mago está perdiendo fuerza… algunos ya no duermen…”
Un estampido de aplausos unidos a un tropel de risas, aunados al rocío de lágrimas de la manada de payasos gimientes se dejó oír en la gigantesca carpa esperando la función diaria con uno que otro abrazo hipócrita político, mientras otros pocos recogen, no sin antes lanzar un manotazo al vecino, su rollo de papel azul, rosado, blanco, más rosado, sin esperar la función, antes de irse de allí sin salir de su vientre… del Circo Interactivo del que usted también forma parte… ¡aunque usted no lo crea!
—Sí —continúa el presentador con fondo la música mix de Popy, Cepillín y Xuxa: hay para todas las edades— hoy tenemos al ilusionista más grande del mundo… No, no es el mago Henry que te desaparece unas monedas ante tus ojos, ¿quien se extrañaría cuando en el metro te desparecen la billetera completa?… ¡Qué va! Tenemos al ilusionista más grande del mund…
—Hi hiihi, y hahhaha —se suma otra risa animal interrumpiendo al animador.
—Bienvenidos empresarios, empresarias, comerciantes, comerciantas traigan sus productos… ¡qué hombre bala ni qué ocho cuartos!… pongan sus productos, dispárenlos en cualquiera de nuestros cañones —el presentador señala hacia el fondo y se escucha una explosión, una gran caja de cartón vuela por los aires y estalla en lo alto dejando salir varios rollos de sutil papel de diferentes colores, rosados, azules, más rosados, blancos, otro rosados… que se desenrollan en su caída “libre”—. Sí agarren su rollo de papel higiénico disparado a las alturas por nuestro potente cañón “Especulación”. Tenemos además el Triple cañonazo, sí, amigo empresario coloca tu producto… ¡Qué Supermán ni que ocho cuartos!… dispara sus precios bien alto con el triple cañonazo: el discreto cañón de plata “La Devaluación” hace fuego y tu producto se eleva hasta la primera tarima donde cae con precisión en la estrecha boca del cañón de bronce “La inflación”, seguidamente éste hace ignición y tu “bien de consumo” sale disparado hasta la tarima más alta para acertar a una especie de paila de peltre, que no es más que la gran bocaza del aplomado cañón Especulación que lo explosiona hasta las alturas, hasta lo más alto del mund…
—Hehe, hehe, hah hihi, hahahah, jejeje —varias carcajadas animales y humanas se van uniendo como si fuera el espectáculo de las pilas de dominós haciendo travesuras hasta que una risa de perro Pulgoso lo saca de sus casillas.
—¿Qué pasa con las hienas, de qué se ríen si no ha empezado la función?
—No son sólo las hienas, son varios
El presentador abandona el micrófono momentáneamente, la música eleva su volumen por encima de las cabezas, tres rugidos simultáneos se elevan por encima de la música: se disparan los tres cañones y una caja de harina precocida se eleva mucho más alto, se va, se va… por los aires mientras él se dirige a un funcionario vestido de verde oliva.
—¡Güeno, Miliko! ¡¿Qué pasa con los animales?! —dijo antes de salpicar al vigilante de una llovizna de baba.
—Es que tienen aquel extraño virus de la risa: B.U.R. Las1 O 2.
—¿Y eso no estaba erradicao, pue? —dijo antes de escupir a un lado.
—Sí, patrón... pero cuando no estaban los jefes alguien colocó los antibióticos en el Cañón de la Especulación… usted sabe: le pagaron al vigilante…
—¿Y no eras tú el vigilante, pue? —dijo antes de escupir al piso.
—Yo te lo juro que yo no juí —empezó a cantar, pero retomó su posición de firme—…. Yo estaba de permiso… ¿patrón?… todavía no acaba con la presentación y ya dispararon el triple antes de venderse los ´largavistas´ aún.
—Será que alquilemos los telescopios… —esputó antes de continuar con la presentación y la música circense se normalizó al mismo tiempo que Miliko enviaba varios escuadrones de “Motorizados Payasos Llorones” a las gradas para controlar la hilaridad.
—Por fin… damas y caballeros, la anunciación esperada, no se van a comer una hilera de ajos creyendo que son uvas… no señores… es el mejor mago del… del orbe… no, no es Crish Ángel que los hace ver que camina encima de un charco, o volar de un edificio a otro… este súper ilusionista ha mantenido hipnotizados a millones de seres… es el más grande… quien te hace creer que todo es normal… que no hay nada nuevo bajo el sol, a excepción de Internet y Facebook, más, así te mantiene por años… ¡Demos la bienvenida a DURMAMULUS!
Una idea que no es suya cruza la cabeza de Miliko: ”Pa mí, no sé si pa ti, pero como que el mago está perdiendo fuerza… algunos ya no duermen…”
Un estampido de aplausos unidos a un tropel de risas, aunados al rocío de lágrimas de la manada de payasos gimientes se dejó oír en la gigantesca carpa esperando la función diaria con uno que otro abrazo hipócrita político, mientras otros pocos recogen, no sin antes lanzar un manotazo al vecino, su rollo de papel azul, rosado, blanco, más rosado, sin esperar la función, antes de irse de allí sin salir de su vientre… del Circo Interactivo del que usted también forma parte… ¡aunque usted no lo crea!