30 ago 2020
Ser impecable con el lenguaje o…
18 ago 2020
Ser fiel a la literatura.
"Ser fiel a la literatura"
Siempre tengo presentes estas palabras cuando quiero cambiar mi estilo por hacerlo accesible al lector profano, o cuando para ganar el metálico me veo tentado a profanar a la diosa cual si fuera una meretriz.
"Vivir atemoriza"... y mucho más cuando te dejan tus verdaderos amigos y tus seres queridos.
"La noche es una estación"... espero que algún día vuelvan a coincidir nuestras estaciones para disfrutar del infaltable vino en esos post-talleres con el grupo de amigos.
"ABC de la Intuición"... mas no el omega de la emoción.
Algunos de los títulos de sus novelas resuenan y se materializan desde los pasillos de mi Imaginación.
Tantas frases que sabiamente, emitidas a viva voz, o calladamente sobre el papel, por mi amigo el escritor Sael Ibañez, estarán presentes en lo que me resta de vida. Presentes cuando vierta convertidas en letras el contenido de ese misterioso sifón de vino imaginario.
Son muchas las enseñanzas por lo cual sentirse agradecido y orgulloso con la razón, pero prefiero transcribir lo que me dictó la triste emoción el día de su partida.
"La diosa Literatura nunca abandona a quien le es fiel”
El reloj de la Previsora indicaba las 6,30 pm cuando pasaba por la Plaza Venezuela en bicicleta acompañado de un dolor profundo en el pecho y con algunos recuerdos de un gran amigo y tambíen de los de mi madre que se mezclaron y brotaron subitamente a mi mente y se “sentaron en el tubito” de la bicicleta sin pedirme permiso. Por supuesto, no pude evitar emitir el sollozo que guardaba desde hacia tiempo en algún lugar recóndito de mi alma y al cual hoy se le ocurrió salir. Gracias a que no habían personas cerca --el aislamiento, debido a la carencia de gasolina y no a este bichito manipulado, es innegable--, y a esa especie de “interior Ovejita recortado” que nos cubre el chacra de la comunicación, y que lo amortiguó, nadie pudo escucharlo.
Ya estaba oscureciendo y me detuve un momento a reflexionar, sorprendido. de tan extraña emoción que me abrazó tan de repente. Mi inflado Ego, no podía creerse que yo fuera tan sentimental. Mi ego no podía permitir que mi machismo interno pudiera expresar una emoción dolorosa en público. Yo, decía mi ego, el carajo con un coeficiente muy por encima de lo normal que compitió y quedó entre los primeros en cada universidad donde estudió. Yo, el insensible, que aguantaba hasta 10 horas pedaleando sin parar, el que se iba en bicicleta hasta Maracay para cumplir una promesa frustrada, o subía a Sabas Nieves 5 veces seguidas antes de hacer 200 barras en 15 minutos cada primero de Enero. Yo, el antiparabólico, que supuestamente ignora las ofensas de los también supuestos amigos con una sonrisa en los labios, el que esquiva los reproches haciéndose pasar porque el que no los entiende. Yo, el que prefiere caerse a puños antes de ofender con el verbo. Yo, me repetía mi ya no tan inflado ego, quien se vacila al lector respetuosamente, confundiéndolo con respuestas ingeniosas, en boca de personajes que son mi “alter”, que usa palabras soezes ante los exquisitos o cursilismos ante los ordinarios... está dejando salir sendas lágrimas... y peor aún, sin poderlas detener. “Y ni siquiera el tipo hace el intento por detenerlas... y hasta las expone en público.”.
¿Sería que me afectaron esos 4 tragos de un ron callejero, barato, pero no por eso malo, que había bebido minutos antes, con otro amigo en común, para brindar por el gran amigo que hoy nos dejaba sin despedirse: Sael ibáñez?
Después de auto asombrarne un poco, y de sentirme orgulloso otro poco por haber descubierto la razón de mi asombro, continué mi camino a la casa. Ya oscurecería y quizás pudiera tropezarme con algo inesperado, como generalmente ocurre cuando uno se encuentra en estos estados emotivos no estadísticamente normales. Por supuesto, que me encontré con un fenómeno en la oscuridad antes de llegar a mi casa en la esquina de la ruta, pero no lo quiero mencionar en esta artículo. Así que después de dejar en la plaza a aquellos recuerdos, algo repuesto, llegué a la super acordonada “calle de los hoteles”, ya no habitados por prostitutas sino por supuestos enfermos de COVID-19. Seguí maniobrando a lo largo del Guaire, esquivando los huecos tapados por la lluvia y no por la Alcaldía, y siempre maquinando cuál sería la mejor manera de dar gracias a un reconocido escritor, amigo de verdad. Y aquí me encuentro: golpeando las teclas. !Que mejor manera para pagarle a alguien sino con la misma moneda y con el corazón en la mano!
¿CÓMO UNA PERSONA QUE SOLO HA LEÍDO LA GACETA HÍPICA PUEDE ESCRIBIR ASÍ? decías antes de tu estruendosa carcájada para echar broma en el taller y en la peña. Antes me molestaba porque no quería ser visto como un fenómeno sortario, por otro lado mis amigos acdémicos o deportistas me decían lo contrario: que era un ratón de biblioteca. En fin cada persona tiene una imagen diferente del prójimo, aunque eso es más que un reflejo que vemos en los otros de una parte de nosotros mismos.
Ahora lo entiendo, no era para fastidiarme a mí, sino todo lo contrario. Tú, que eres el maesrro de la humildad, el que se hacía pasar por un chabacano con pico de oro, por un campesino bebedor de caña en una fiesta de universitarios, por el lector insaciable bonachón, tolerante al máximo de los errores de escritura de tus alumnos, eras en realidad lo que se denomina: un sabio.
Sé que en algún momento te sentirás orgulloso de tu pupilo, como una vez lo estuviste junto a mi madre cuando se hizo la presentación de mi primer libro en el parque del Este, y espero que estás palabras lleguen a ti de alguna manera.
Aparecerán en mi muro de Face primeramente; pero te aseguro que desde algún lugar, quizás enseñando a otros junto a tus ancestros, o armando una parranda con tus amigos del Más Allá, te sentirás orgulloso de muchos de tus pupilos, por haber visto la cosecha de lo que sembraste en el campo de los escritores del futuro.
3 may 2015
NUESTRO INSÓLITO CIRCO
Una breve pausa para dejar oír la música que identifica al programa y prosigue la acentú ada y dramática voz: “ Seres desdentados, cual moscas en el basurero de Ojo de Agua, comienzan a multiplicarse por las calles venezolanas: ya una corona dental y su muñón cuestan cuatro, o más, sueldos mínimos…Y cacarean rabiosamente como loros zombies frases proselitistas ya caducas tales como ¿Y antes no era asi?... Los lactantes, a excepción de “becerros”, ya no beben… leche, mortadela molida en biberón es la alternativa insólita propuesta por el Gerente a quienes no se adaptan al slogan del Circo. Un mozalbete enrolla mariguana con el papel de la Biblia de su abuelita ante la escasés de la celulosa; las riñas, que digo las niñas, ya no tan niñas, tienen una “disputa”—entre comillas-- por demostrar quién la es más… o sea, aquello que encierran las últimas dos sílabas de la palabra entre comillas.
Una muchacha acuchilla a su novio cuando éste le invitó una exquisitez, resultando ser un pedazo de casabe con sabor a anís y a papelón; mientras tanto en el Maute Grill cuatro enchancletados comunistas nuevos ricos –-mejor conocidos como boliburgueses anti capitalistas-- se gastan el sueldo de un año de cualquier pobre empleado salivando el plato más caro del menú y en unas cuantas de “dieciocho años”… y no son adolescentes.”
“Titular en la sección deportiva de un periódico amarillista de letras rojas y figuras amargas: “HASTA LOS MUERTOS SE CALAN SU COLA”, mas abajo es explaya el artículo en un lenguaje que fascina a la masa, pero que pocos entienden: En las funerarias fúnebres no disponen de espacio-tiempo suficiente pa´velalos… ya no es asunto de dinero—cualquier culo echa sangre a la hora de la chiquita— sino cuestión de oferta y demanda.”
No, no se trata de la letra una canción de Simon and Garfunkel en versión de Reggaetón cantada en una catedral barroca ante un pastor que induce al desmayo, ni siquiera de episodios aislados en alguno de esos universos paralelos con otras leyes donde la lógica no tiene sentido. No, no señor, se trata de casos relacionados en este universo insólito, tangible, palpable, “conocido”, en una ciudad donde los espectáculos --con acento en la a-- más verracos ya se tornan reglamentarios, donde el trueque de comida es tan normal como los cortes de agua en pueblo, donde el tráfico de champú y lavaplatos a vecinos países se ha convertido en un negocio millonario, normal-normalito, donde como “rojo rojito tú te agachas y Yo— en este caso Yo se entiende como el Ejecutivo con todos sus poderes-- te cojo cojiíto”… y tan felices muchos; este lugar donde el Circo Interactivo anuncia una nueva función, a pesar de que se tambalea el mástil, a pesar de que sus bases se sostienen sobre excremento blando, a pesar de tanta queja que ensordece el gruñido de ese enorme estómago donde nos encontramos sumidos, girando, convulsionando en varias revoluciones, que se simplifican y que se hacen llamar, cual monoteísta unigénito, Una Sola… o en palabras de muñeco de cera: la Misma Miasma.
--Nooooo, por favor, detengan el programa--- dijo Mr.Silva irrumpiendo en el locutorio mientras hacía señas de antiguo candidato presidencial al que estaba transmitiendo.
Cuando Silva me llamó para ayudarlo a preparar un programa de nuestro Insólito Universo relacionado con un hecho sorprendente que le ocurrió a Bozo el payaso mientras hacía su trabajo en su circo, simplemente le recordé las palabras del premio nobel Vargas Llosa ”Con lo que se vive actualmente en este país se pueden escribir múltiples novelas y hasta un tremendo libreto radial"… sin embargo. me limité a observar lo que sucedía en “nuestro circo”, creo que con mis propios ojos --considerando el concepto cuántico reciente, aunque milenario revelado en los Vedas, de que la realidad la hace el observador y la materia se comporta de diferente maneras cuando es observada que cuando no lo es-- y salió el siguiente programita.
--Noooo, yo no puedo permitir esto en mi programación –dijo Silva con su característico acento místico—, si le das en la madre a muchos y hasta me metes el dedo a mí mismo en…
--¿Cómo? –lo interrumpí asombrado como si estuviera escuchando uno de sus programas en donde un tipo escuchaba huevos que le hablaban durante las noches de plenilunio.
--En la llaga –-prosiguió Silva--. Yo no estoy enchufao ahora, eso era cuando los ferris funcionaban, cuando el muñeco de cera mandaba a alguno a guardarse algo donde no entra un rayo de sol…. Ni de vaina hago un programa con esa temática… ---seguramente observaba mi asombro y continuó--: Si Dante estuviera vivo seguramente escribiría “La Divina Tragedia” inspirado en este preámbulo… no, no es que te esté alabando; pero el libertinaje aquí tiene un límite, sobre todo cuando se meten con los dueños del Circo, la bolsa, qué digo, el anunciador, es lo de menos.
-- Pero Mario – no es para tanto… no y que hay libertad de culto.
--Yo no me llamo así – dijo airado—no soy ése, el que se pasaron por el filo en el Eurobuilding.
-- Disculpa, Luis…
--Tampoco soy Luis, ése en un cantante, y también como que bordea la laguna, mi nombre es de un santo.
--Esta bien, José…
--Noooo, ése es el del método mental, José Silva, mi nombre es de arcángel.
--Ok, señor Silva – expresé para no seguir emitiendo los 365 nombres de santos sin incluir el del 29 de Febrero – ese programa no va.
Así que no me quedó otra opción que postearlo en mi blog que ya casi nadie lee. Pienso, para auto consolarme, que los antiguos lectores no tienen suficiente tiempo, están satisfaciendo necesidades básicas, o están haciendo cola en algún sitio, o que, como dos millones de naturales, se encuentra pasando de las suyas en otro país con un circo más seguro y con espectáculos --con acento en la “a”, por si no aparece el tilde gracias a algún choro-- menos deprimentes.
Y por motivos de espacio y porque se tambaleó mi PC, así como se está tambaleando el circo ante la vista de inmóviles espectadores, continúo con este relato en mi blog.
Y para que contrasten, en Caracas antes ya habitaban fantasmas, pero no zombies como hoy en día.
21 ene 2015
Autores Indies de libros "spanish edition"
El objeto de esta entrada es que cada visitante autor indie, o sea, escritor/editor independiente, que lo desee, coloque un enlace a su libro que se encuentre en kindle o cualquier otros espacio en digital con la intención de ayudarnos mutuamente. Ante el desconocimiento de técnicas de mercadeo o de publicidad que lógicamente no dominamos quienes nos enfocamos más en la literatura o en escribir, la solución es colaborar entre nosotros mismos para hacernos críticas, recomendar y dar a conocer el producto de nuestra imaginación.
Un producto que día a día tiene mayor aceptación tal cual lo refleja el gráfico abajo
Comienzo compartiendo el enlace al libro "7 principios, 7 cuentos, un destino" de su servidor el cual va a estar en promoción desde el 26 de enero al 31 de enero en Kindle.
7principios, 7 cuentos, un destino
Gracias por sus comentarios.
3 ene 2015
33 maneras para mantenerse creativo
15 dic 2014
Metafísica y literatura: como hermanas sin iglesia.
Podría decirse que la literatura y la metafísica van juntas como hermanas sin ser miembros de una iglesia. Paralelamente, en todo escrito, como en la vida, están hermanadas las siete leyes --porque se cumplen, como diría Carnap, en un mundo coherente, incluso en el de los cuentos de hadas-- o principios herméticos, que se han transmitido en forma esotérica en círculos selectos y más recientemente de forma exotérica, con otras denominaciones, en talleres, cursos, folletines o libros de auto-ayuda a través de los pregoneros de la New Age y más que todo con interés mercantilista dejando muchos cabos sueltos cuando intentan explicar el cómo, eludiéndolo con un movimiento de capa roja --no boina-- con eso de que "el cómo no importa, lo importante es el resultado" .
Para explicarme mejor (escribo largo porque no tengo tiempo) cito este poema sobre el ajedrez de Borges donde se evidencia claramente una de las leyes de la metafísica, la ley de correspondencia, esa que establece: "como es arriba es abajo, como es adentro es afuera, todo se corresponde, la diferencia estriba en un nivel de vibración". Otros la definen como una duplicidad hacia al infinito.
I
Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.
En nuestro diario vivir podemos observar la polaridad y tenemos la posibilidad de poner a trabajar el principio a nuestro favor. El hermetismo expone que todo lo que existe y las experiencias que pasamos contienen ambos polos (positivo y negativo). Según se expresa en el Kybalión, "la mente, así como los metales y los elementos, puede transformarse de grado en grado, de condición en condición, de polo a polo, de vibración en vibración." por lo tanto, el hermetismo propone que podemos transformar esa energía en otro estado y podemos escoger en cuál de ellos deseamos permanecer. A este cambio consciente de un polo a otro la tradición hermética le llama transmutación.
Este proceso puede lograrse en cualquier plano. Veamos algunos ejemplos
En el plano emocional utilizaremos el ejemplo la experimentación del miedo. El miedo es una emoción que podemos sentir cuando desconocemos qué puede ocurrir ante una eventualidad. Si en alguna ocasión nos toca presentarnos ante un público podemos colocarnos en el polo de la valentía precisamente enfrentado el miedo, y presentarnos ante grupos pequeños para luego poco a poco aumentar el tamaño del grupo. Este ejemplo nos ilustra cómo sería en el caso que se desee trabajar con el miedo. Tomemos en consideración que el hermetismo promueve el desarrollo personal, pero es la persona quien decide en cual polo quiere permanecer.
En el plano literario, lo que le compete a este blog Escribir para publicar, pongamos de ejemplo dos obras producidas para la misma época, a finales de la II guerra mundial, escritas por intelectuales que vivieron su conflicto personal relacionado con sus ideales y crearon dos narraciones de renombre mundial; sin embargo, la emotividad, las expresiones en que se basan los hechos, los personajes y el tono del autor, son totalmente opuestos. Digamos que uno se mueve en el polo del amor sublime y de la inocencia, el otro, en el polo del amor egocéntrico; uno muere para reunirse con su amada rosa, el otro mata a la que cree amar porque aquella entendió un detalle que más nadie captó de una pintura. Si ya los leyeron ya saben a cuales relatos me refiero, uno es El principito de Exupery, el otro El túnel de Sábato. Ambos se pueden bajar desde este blog, ya antes los he reseñado. Son dos obras que no guardan relación entre sí; aunque se escribieron en el mismo momento histórico y los autores tenían similar edad. Son dos joyas aceptadas por el público porque tocan la fibra del lector; sin embarco, como ya mencioné, vibran en dos polos muy opuestos. Esto es lo extraño de la ley de polaridad, no significa que algún extremo sea mejor que el otro, sino que debemos saber en cual extremo queremos estar y movernos hacia él. Por ejemplo, el Principito con toda su inocencia y su brillantez se deja morder por una serpiente para poder encontrarse con su rosa, en el Túnel Juan Pablo Castel confiesa abiertamente su crimen y lo justifica porque lo hace por amor.
El gran libro de El Kybalión, cita textualmente:
"Todo es doble; todo tiene dos polos; todo su par de opuestos; los semejantes y
los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza pero
diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son semi verdades;
todas las paradojas pueden reconciliarse"
‘Cinturón de espumas el Caribe Mar’: hermosa frase del himno neoespartano. Anoche, mis ínfulas de conquista se desvanecieron cual retahíla de pompas de jabón. Cinturón de palmeras a lo largo de la costa. ¡Tremendo error!: una pulga en la oreja, orín en el árbol equivocado, un gruñido al amo. Y entre palmeras, los nocturnos locales de conquista ocupan su espacio, cual los ojales de ese cinturón. Debe evitarse a toda costa conversaciones sobre política o religión. Arriba Helios arrima su látigo blondo sobre nuestras húmedas espaldas. Es ventajoso conversar sobre asuntos que no causen división. En el fondo, tímidas estrellas aplanadas se ocultan en la suave arena. Y es fundamental tener buen humor en hondura junto a la estrella de permanecer alegre. Hace rato pasó una “agua mala” rozando mi tabla. ¡No matter what!, así como me dijo mi amiga francesa. El agua semeja un cristal fundido hoy. Cuando llevé a la irlandesa a la casita vecina del Guayamurí ─pequeño Fujiyama de copete escarpado─ le pregunté sobre su religión, y se disgustó. Transparente, con olas perfectas; la marea barrió las algas anoche. Hubiera sido preferible hablar sobre sus gustos ─otra norma─ y tratar de complacerlos. Una sombra me roba el sol por unos momentos. Cuando ellas gustan de las aventuras se deben llevar a una discoteca, o montarlas en la banana, en los ultralivianos o en las motos de agua. Allá arriba: un pasante ultraliviano con una cola publicitaria invitando a una fiesta. La ventaja de las discotecas es que no tienes que hablar mucho. El diáfano aire parece acercar a Los Frailes. Y existe mayor acercamiento físico. Más atrás, dos pelícanos se dejan caer como grises mangos de hilacha en un jardín azulado. Otra de las condiciones “perrunas” es mantenerse en buena forma. Uno levanta el vuelo con su “presa” en el pico, el otro perdió la suya. Para mantenernos así, tres de nosotros surfeamos. Lebrel rubio, equilibrio en plano, agua “glass”, naturaleza expuesta... y nosotros pasillaneando sobre las olas. Chucho fue campeón infantil. Mientras esperamos una buena ola, un “ladrido” interrumpe mi contemplación: “¿y qué pasó anoche después que nos separamos?”. También manejo bicicleta antes de ir a surfear. “Lo que comienza mal, termina mal”, respondo. Lolo no ha llegado aún, pero en la playa su tabla lo espera bajo de la caseta de vigilancia de Chuíto. “¿Y qué quieres, guevón, comer lomito todos los días?”, me dice. Y cuando la tarde cae, la jauría entera hace unos ejercicios de barras paralelas en la playa. “¿Muerto, quieres misa?... y a ti ¿cómo te fue?” Eso sí, cuando no hay nuevos huesos para roer. “Bien, nos fuimos para la casita playera y cuando ya estábamos para el momento culminante...” Es condición necesaria ser joven y tener un don, gancho, o punto fuerte. ¿Qué…?, le pregunto al momento de acercarse una ola cristalina reventando hacia la izquierda. Y saberlo reventar. Ya Chucho se encumbró en la cresta, y escucho que dice en efecto Doppler: ‘que asco; tenia un peleroooo’. De lo contrario, no pocas te dejan el pelero y se dejan roer por otro lebrel. La frescura del agua me cobija, volteo y sólo veo a un jinete de pie alejarse. La edad de un perro de playa oscila entre los diecinueve y treinta y cinco años. Ahí viene mi ola, ésta revienta hacia la derecha. Aunque todos somos jóvenes, yo soy el mayor y recién pasé de los treinta. Me voy. Cuando uno pasa de esta edad, la probabilidad de caza disminuye con las chicas muy jóvenes. Qué placer se siente al subirse a la tabla, tanto como besar a la chica que te gusta. Pero con buena labia –el aullido atinado─ levantas a las mayorcitas: el “target” ideal. Hay que empujar los brazos hacia abajo para poder levantarse. Aunque, como dicen: la experiencia hace la diferencia. En el momento en que la ola te comienza a llevar, te paras en la tabla, el pie trasero te sirve de timón y el delantero para maniobrar, y generalmente se da la cara ante la rompiente ola. Así, Chucho el hogareño, que nunca ha salido de la isla, con sus ojos verdes contrastando a una bronceada cara, mantiene una ingenuidad oculta, cual Lassie, que sabe aprovechar. Arqueas un poco las piernas para buscar estabilidad. Lolo se estabiliza con unas greñas refinadas de galgo Afgano, su mirada de yo no fui y su atlético torso de Boxer. Eso sí, la tabla debe soportar tu peso. Fucho tiene sus metros noventa y tantos y su carta bajo la manga cual Gran Danés, qué digo: su brontosauro bajo la anaranjada ‘hamaca de hilo’. Y !ya está¡ dejas que la ola te pasee moviendo tus caderas en sincronía. Beto, la simpatía de un "salchicha", tiene la fisonomía propia de un margariteño, hijo de guayacanes; y sabe explotar sus rasgos exóticos… para las extranjeras. Finas gotas de agua adormecen al calor del rostro, el agua te persigue para engullirte, el olor a alga con yodo, el sabor a sal impoluta, y esa sensación de... Libertad. La esclavitud hacia el ejercicio físico me permite mantener una figura tallada a fuerza de sudor y dolor, cual entrenamiento de Dobberman. Disfruto al máximo de la ola y la abandono antes de que se extinga. La emoción de la cacería es similar a la de surfear. Chucho me dice: “tranquilo, que tú no fuiste el único rebotado”...
Si quieres leer más del libro puedes bajarlo en Kindle o ilustrado en físico por amazons dando clicn la figura o en el siguiente enlace 7 principios, 7 cuentos, un destino
Después de tantos años de haber sido escrito aquel ensayo y al notar que cada vez el ser humano se ve atrapado en una vorágine de consumismo, de crisis inventadas o de una desesperación al no poder acceder al cambio, se abre la posibilidad de seguir escribiendo y publicando por cuenta propia... de esa manera no dejar morir lo que quedó rezagado en la caja de Pandora... la esperanza,
Y para concluir está entrada y no olvidar lo de la relación del título del blog con su contenido vuelvo a anexar el enlace para que algún lector interesado elabore su propio libro:
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