Introducción a los siete cuentos
Un amigo escritor siempre señala que la realidad supera a la ficción. No hay nada más cierto en lo que encierra esa oración, especialmente en este país, donde ocurren los hechos más inverosímiles.
Los siguientes cuentos combinan los siete principios o leyes del Kybalion, el hermético documento escrito por Hermes Trimesgisto hace milenios. Éstas son historias que sucedieron o pudieron suceder en la vida cotidiana del venezolano común y corriente. Los principios pueden identificarse a simple vista en algunos cuentos; mientras que otros deben leerse con mayor detenimiento. La apertura de conocimiento hacia los siete preceptos de la metafísica puede llegar a través de una persona, de un animal, de un artículo de periódico, o incluso de seres de otra dimensión. “Cuando el alumno está listo, aparece el maestro”, dicen los avanzados. Sin embargo, aunque se enumeren individualmente cada una de ellas, todas las leyes actúan en conjunto.
Estos principios son los siguientes:
1) Principio del mentalismo
2) Principio de correspondencia.
3) Principio de polaridad
4) Principio del ritmo o del péndulo
5) Principio de vibración
6) Principio de Causa y Efecto
7) Principio de Generación
Muchas de estas historias pudieran ser fantásticas, porque se mueven entre la apariencia del mundo percibido por los sentidos físicos tradicionales y la otra realidad percibida por la intuición e imaginación. Unas veces ocurre que la creación literaria da vida a nuevos seres; otras, puede darse el caso de que la mente no sabe discernir si cierto suceso es real o si es producto de la imaginación; o tal vez sea posible que la conciencia colectiva dé a luz nuevas formas de energía que anteriormente no existían. Habrá quienes dirán: ésta es pura ficción, o cuentos de camino, como anteriormente denominé a esta selección de historias. Pero ¿a cuántos de ustedes no les ha ocurrido algún fenómeno, alguna vez en su vida, que no tuvo explicación racional?... y lo dejarán“pasar” simplemente por el qué dirán, o porque pensaron que a los demás no le ocurren hechos semejantes.
A veces me pregunto si no es más fantasioso el cuento de una persona que se muere ahogada dentro de su vehículo en plena autopista de la capital de un país, tal como ocurrió en la autopista Francisco Fajardo de Caracas. O... ¿no sería más misterioso escribir una historia del choque de una avioneta, que venía en sentido contrario al flechado, contra dos carros en la autopista que conduce al principal aeropuerto del país. O escribir otra acerca de un coronel que cayó en un hueco de más de treinta metros de profundidad en la autopista regional del centro? Sin mencionar acerca de las historias de taxistas, o el hecho que cierta noche te encuentras a un policía tendido en el suelo enfrente de un supuesto delincuente abatido, tirado igualmente en la calle a tres metros del primero, en plena avenida Rómulo Gallegos de Caracas. O la más reciente: la crónica de una caída anunciada, ya ustedes saben a cuál puente me refiero.
¡Sí señor! La realidad supera la ficción.
El día sigue siempre a la noche, si alguien salta de un edificio cae; el fuego siempre quema; estas son observaciones cotidianas que revelan ciertas repeticiones o regularidades del mundo. Las leyes de la ciencia son solamente enunciados que expresan regularidades de la manera más precisa posible. Dice Rudolf Carnap en su Fundamentación de la Lógica Física: Si se observa una cierta regularidad en todo tiempo y en todo lugar sin excepción, entonces se expresa dicha regularidad en forma de una ley universal.
Habrá quienes cuestionen si los anteriores principios son leyes o no; si siempre se cumplen o no, como por ejemplo la ley de causa y efecto, al reparar en el caso de un asesino que mata a varios inocentes e inmediatamente se suicida, o al observar cómo algunos desangran a un país robando y saqueándolo y viven mejor o más tranquilos que otros afectados, e incluso hasta se van de viaje. ¿Dónde está la ley? ¡¿Por qué no funciona?!
Sí, funcionan; pero para demostrarlo habría que introducir el concepto de tiempo y de plantear enunciados sobre la continuidad de la vida. Ya sabemos por la física cuántica que el tiempo no es una línea recta, que existen once dimensiones en el universo, que el observador afecta al fenómeno medido y que la luz se comporta de maneras diferente cuando es observada y cuando no lo es. Estos cuentos no pretenden demostrar que los principios son leyes porque habría que escribir un ensayo titulado, por ejemplo, Fundamentación de la lógica metafísica. El objetivo es simplemente una presentación literaria con el mensaje de los principios. Al lector, una vez interesado, le corresponde seguir indagando, por cuenta propia, sobre el comportamiento de las referidas leyes. Ratifico: sí son leyes, porque se cumplen en un mundo posible. Volvamos a Carnap: ¿Qué queremos significar con “mundo posible”? Simplemente un mundo que puede ser descrito sin contradicción. La expresión incluye mundos de cuentos de hadas y mundos soñados de tipo más fantástico, siempre que sea posible describirlos en términos lógicamente consistentes...
Espero que el lector sepa encontrarle el significado a cada Ley, así como su utilidad práctica. Cosa última que he estado intentando hacer durante hace algún tiempo y les confieso que muchas veces sí funcionan... cuando uno se convence de ello... y hasta han traído a mi vida hechos inverosímiles. Sin embargo, otras veces percibo que, además de las mismas, existe algo más. Descúbranlo y exprésenme sus comentarios.
Son siete principios herméticos que existentes desde hace seis mil años pueden aún aplicarse en este nuevo milenio, a través de muchos caminos para, una vez conocidos y empleados justamente, llegar a una meta o destino común: la autorrealización.
Un amigo escritor siempre señala que la realidad supera a la ficción. No hay nada más cierto en lo que encierra esa oración, especialmente en este país, donde ocurren los hechos más inverosímiles.
Los siguientes cuentos combinan los siete principios o leyes del Kybalion, el hermético documento escrito por Hermes Trimesgisto hace milenios. Éstas son historias que sucedieron o pudieron suceder en la vida cotidiana del venezolano común y corriente. Los principios pueden identificarse a simple vista en algunos cuentos; mientras que otros deben leerse con mayor detenimiento. La apertura de conocimiento hacia los siete preceptos de la metafísica puede llegar a través de una persona, de un animal, de un artículo de periódico, o incluso de seres de otra dimensión. “Cuando el alumno está listo, aparece el maestro”, dicen los avanzados. Sin embargo, aunque se enumeren individualmente cada una de ellas, todas las leyes actúan en conjunto.
Estos principios son los siguientes:
1) Principio del mentalismo
2) Principio de correspondencia.
3) Principio de polaridad
4) Principio del ritmo o del péndulo
5) Principio de vibración
6) Principio de Causa y Efecto
7) Principio de Generación
Muchas de estas historias pudieran ser fantásticas, porque se mueven entre la apariencia del mundo percibido por los sentidos físicos tradicionales y la otra realidad percibida por la intuición e imaginación. Unas veces ocurre que la creación literaria da vida a nuevos seres; otras, puede darse el caso de que la mente no sabe discernir si cierto suceso es real o si es producto de la imaginación; o tal vez sea posible que la conciencia colectiva dé a luz nuevas formas de energía que anteriormente no existían. Habrá quienes dirán: ésta es pura ficción, o cuentos de camino, como anteriormente denominé a esta selección de historias. Pero ¿a cuántos de ustedes no les ha ocurrido algún fenómeno, alguna vez en su vida, que no tuvo explicación racional?... y lo dejarán“pasar” simplemente por el qué dirán, o porque pensaron que a los demás no le ocurren hechos semejantes.
A veces me pregunto si no es más fantasioso el cuento de una persona que se muere ahogada dentro de su vehículo en plena autopista de la capital de un país, tal como ocurrió en la autopista Francisco Fajardo de Caracas. O... ¿no sería más misterioso escribir una historia del choque de una avioneta, que venía en sentido contrario al flechado, contra dos carros en la autopista que conduce al principal aeropuerto del país. O escribir otra acerca de un coronel que cayó en un hueco de más de treinta metros de profundidad en la autopista regional del centro? Sin mencionar acerca de las historias de taxistas, o el hecho que cierta noche te encuentras a un policía tendido en el suelo enfrente de un supuesto delincuente abatido, tirado igualmente en la calle a tres metros del primero, en plena avenida Rómulo Gallegos de Caracas. O la más reciente: la crónica de una caída anunciada, ya ustedes saben a cuál puente me refiero.
¡Sí señor! La realidad supera la ficción.
El día sigue siempre a la noche, si alguien salta de un edificio cae; el fuego siempre quema; estas son observaciones cotidianas que revelan ciertas repeticiones o regularidades del mundo. Las leyes de la ciencia son solamente enunciados que expresan regularidades de la manera más precisa posible. Dice Rudolf Carnap en su Fundamentación de la Lógica Física: Si se observa una cierta regularidad en todo tiempo y en todo lugar sin excepción, entonces se expresa dicha regularidad en forma de una ley universal.
Habrá quienes cuestionen si los anteriores principios son leyes o no; si siempre se cumplen o no, como por ejemplo la ley de causa y efecto, al reparar en el caso de un asesino que mata a varios inocentes e inmediatamente se suicida, o al observar cómo algunos desangran a un país robando y saqueándolo y viven mejor o más tranquilos que otros afectados, e incluso hasta se van de viaje. ¿Dónde está la ley? ¡¿Por qué no funciona?!
Sí, funcionan; pero para demostrarlo habría que introducir el concepto de tiempo y de plantear enunciados sobre la continuidad de la vida. Ya sabemos por la física cuántica que el tiempo no es una línea recta, que existen once dimensiones en el universo, que el observador afecta al fenómeno medido y que la luz se comporta de maneras diferente cuando es observada y cuando no lo es. Estos cuentos no pretenden demostrar que los principios son leyes porque habría que escribir un ensayo titulado, por ejemplo, Fundamentación de la lógica metafísica. El objetivo es simplemente una presentación literaria con el mensaje de los principios. Al lector, una vez interesado, le corresponde seguir indagando, por cuenta propia, sobre el comportamiento de las referidas leyes. Ratifico: sí son leyes, porque se cumplen en un mundo posible. Volvamos a Carnap: ¿Qué queremos significar con “mundo posible”? Simplemente un mundo que puede ser descrito sin contradicción. La expresión incluye mundos de cuentos de hadas y mundos soñados de tipo más fantástico, siempre que sea posible describirlos en términos lógicamente consistentes...
Espero que el lector sepa encontrarle el significado a cada Ley, así como su utilidad práctica. Cosa última que he estado intentando hacer durante hace algún tiempo y les confieso que muchas veces sí funcionan... cuando uno se convence de ello... y hasta han traído a mi vida hechos inverosímiles. Sin embargo, otras veces percibo que, además de las mismas, existe algo más. Descúbranlo y exprésenme sus comentarios.
Son siete principios herméticos que existentes desde hace seis mil años pueden aún aplicarse en este nuevo milenio, a través de muchos caminos para, una vez conocidos y empleados justamente, llegar a una meta o destino común: la autorrealización.
Sitios donde ha sido recomendado el libro
Revista ¿Que leo? No 52 Febrero 2008
El Universal.com ver http://buscador.eluniversal.com/2007/11/29/til_apo_lecturas_591825.shtml
Revista Todos Adentro, Casa Nacional de la Letras, El ultimas Noticias
1 comentarios:
El Kybalion es un libro fascinante, me lo he leìdo como 3 veces y aun lo releo. Veo que tus aficiones y gustos concuerdan mucho con los mìos. Felicitaciones por un blog tan bonito e interesante.
Shanty
www.desdemiinterior-shanty.blogspot.com
www.muchoteatro-lmmr.blogspot.com
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